Basta echar un simple vistazo a estas fotos, para darse cuenta de que en Quarteira, el jazz parece no gozar de buena salud.
Estamos en un JAZZ-BAR que parece abandonado y que se muere poco a poco...
Allá arriba, el cielo llora y desde el cartel que se mece a ritmo de viento marinero, Chet Baker no para de tocar su trompeta;
pero nadie parece escucharle...
El viento sigue soplando con fuerza
y se cuela por las rendijas del suelo.
El piso de tablas resecas por la brisa salada del mar, vibra y retumba,
como si fuese el parche de un tambor golpeado por las baquetas de Elvin Jones...
Arriba, el aire se pasea silbando por ese espacio vacío y entrópico
pareciendo imitar el sonido libertario del saxo de Ornette Coleman.
El sonido de los truenos, de los rayos, de la lluvia y la tormenta siguen entrando poderosos desde el cielo y el Atlantico para acompañarles.
¿Es posible que el espíritu del jazz siga acudiendo a ese lugar moribundo?
No lo sabemos; pero el mobiliario, triste y descolorido, amontonado y encadenado a un rincón, permanece indiferente a una música que no logra sacarles de su ociosa existencia...
Mientras tanto,
la lluvia sigue cayendo,
la trompeta sigue llamando;
y nosotros estamos ahí
... solitos
©Jano Lopomo
NOTA:
Quarteira es un bello pueblo pesquero del Algarve portugués.
Fotos: Kay Corbally / Quarteira, Portugal
NOTA:
Quarteira es un bello pueblo pesquero del Algarve portugués.
Fotos: Kay Corbally / Quarteira, Portugal
Es una lastima que lo poco que hay para el jazz, desaparezca. En Madrid nos quieren cerrar el Bogui, que ha sido todo un simbolo para el jazz en España...¡¡¡¡¡Viva El Bogui!!!!!!!!
ResponderEliminarChema
Como que lo quieren cerrar. Ya lo han cerrado hace tiempo, amigo
ResponderEliminarNo solo en España se cierran locales donde se escucha jazz, acá en Chile también han desaparecido algunos.¡Que lástima! Sin embargo aparecen nuevos lugares donde se escuchan ruidos no música.
ResponderEliminarSaludos,
Héctor Aguilera S.
www.musicadejazz.blogspot.com